Una vez que hemos visualizado y comprendido nuestra obra, es hora de dar un paso más en el uso de más herramientas BIM. Tocaría, pues, extraer las mediciones de nuestro modelo.
Cuando eres jefe de obra o de producción y recibes el encargo de gestionar la construcción de cualquier tipo de obra, una de las primeras cosas que haces es “medir” la obra. En la mayoría de casos, es un trabajo tedioso y normalmente poco agradable, pero imprescindible. Además, no sólo basta con medir la obra una vez, de hecho, a lo largo de todo el proceso de ejecución lo haremos unas cuantas veces:
- La primera medición será para realizar la planificación económica: aquí es donde se detectan posibles incoherencias, desviaciones, omisiones, etc., de las mediciones que nos entregan respecto a la memoria gráfica.
- Mediciones para realizar las contrataciones (subcontratas, industriales, suministros, etc.).
- Mediciones mensuales para pagar a los industriales, subcontratas…
- Mediciones mensuales para realizar la producción.
- Mediciones mensuales para realizar la certificación.
- Mediciones trimestrales o cuando toquen para las revisiones de las planificaciones económicas.
- Medición final para la liquidación de la obra.
Es cierto que algunas mediciones pueden aprovecharse para realizar otras, pero, ¿qué pasa cuando se modifican, se aumentan, se disminuyen, se anulan o se crean nuevas partidas? Es ahí cuando podemos sacarle mucho partido al uso de herramientas BIM.